Por arquitecta María Camila Perdomo.
En los últimos años hemos leído mucho sobre la importancia de hacer que los espacios de salud se sientan más acogedores, que sean llevados a un nivel más cercano para la persona que los habita y recurre a ellos en búsqueda de un tratamiento o que debe estar internado para resolver algún padecimiento, evidenciando como las salas de espera se han vuelto más dinámicas, con una flexibilidad mayor en términos de mobiliario, también como el uso de los colores hace la diferencia en las sensaciones que se viven allí y la preocupación constante por los arquitectos y diseñadores por hacer que esté espacio se sienta más cercano y cálido.
En esta revolución de los espacios de salud, se está buscando justamente hacer más fácil cada estadía en estos lugares, más allá de las emociones, hacer que las sensaciones sean mucho más cercanas y acá es donde nos queremos centrar en este blog, hablaremos sobre los materiales y la calidez o frivolidad que pueden aportar y porque es tan importante tener en cuenta todas las recomendaciones de asepsia sin dejar de lado la paleta de color.
Estamos acostumbrados a ver espacios muy fríos por lo general en acero inoxidable, que por su resistencia y baja porosidad se adapta a los espacios de salud, también hemos visto superficies en resina acrílica con colores neutros o incluso cálidos, con tratamientos especiales y sin juntas un material completamente maleable y fácil de acondicionar para que funcioné en estos espacios, por otro lado en los muebles hemos visto, muebles en acero galvanizado, muebles en acero inoxidable y más recientemente muebles en aglomerado MDP, resistente a la humedad, este aglomerado permite una fácil limpieza y variedad a la hora de diseñar un espacio de salud.
Pero, ¿Cómo funcionan la diferencia de materialidades, cuando es estrictamente necesario usar acero inoxidable, cuando podemos hacer una excepción y lograr un acabado más cálido con resina acrílica y que tipo de resistencia nos brindan estos materiales? Acá te lo queremos explicar:
RESINA ACRÍLICA:
La resina acrílica es un material muy versátil se puede usar desde fachadas hasta baños y en este caso especifico en áreas de salud, este uso se da gracias a que es un material de fácil higiene, no alberga bacterias ni hongos, tampoco permite su proliferación porque es una superficie no porosa, hidrófuga y con juntas imperceptibles, asépticas y aptas para instalar en quirófanos y espacios con necesidad de ambientes controlados. Además de permitir mayor libertad en el uso de colores en los espacios interiores, es un material maleable y de fácil adaptación, mantenimiento y adecuación sumado a esto es un material de bajo contenido en compuestos orgánicos volátiles (COV), no contiene productos químicos peligrosos, por lo que contribuye a mejorar la calidad del aire interior.
Es un material resistente al fuego, a la humedad y al calor hasta 180°, es resistente a la abrasión y al choque térmico también es antiestática y resistente a los reactivos químicos clase I, estos no dejan huella en la resina acrílica en exposiciones continuas por debajo de 16 horas, luego de este tiempo la superficie puede presentar algunos daños que son muy fáciles de reparar.
ACERO INOXIDABLE:
En el caso del acero inoxidable es importante resaltar el uso del acero tipo quirúrgico que puede ser 316 o 304, este es una mezcla de elementos como cromo, carbono, níquel y molibdeno, gracias a estos componentes este tipo de acero tiene una elevada pureza y una excelente resistencia a la corrosión. Especialmente recomendado para los espacios que tienen constante exposición a químicos orgánicos y ambientes altamente corrosivos.
Este es el material que se ha usado durante muchos años en el sector salud por su durabilidad y sus cualidades, como la resistencia química mencionada anteriormente, así como a las altas y bajas temperaturas, ser de fácil limpieza, desinfección y resistente a la humedad. Sin embargo, es un material que no permite un uso del color amplio, es un material que permite hacer curvas fácilmente y malearlo para no tener ángulos de 90° donde se alberguen bacterias y hongos, aunque en caso de tener juntas estas van a ser completamente visibles y evidentes al tacto. Se usa constantemente en las áreas de trabajo limpio y trabajo sucio de las unidades de salud
ACERO GALVANIZADO:
El acero galvanizado es un acero recubierto por varias capas de zinc mediante un proceso que ayuda a proteger de la oxidación. Debido a sus propiedades, el acero galvanizado se utiliza desde los alambres y cables, hasta la construcción de mobiliario resistente, tuberías y otros usos. Para el mobiliario tenemos varias ventajas que son el uso en interior y exterior, alta resistencia a ataques químicos y ambientes corrosivos, fácil limpieza, una larga durabilidad (en ambientes corrosivos hasta de 25 años), un mantenimiento sencillo que elonga la vida del producto y en algunos casos se pueden hacer reparaciones muy fácilmente además de la posibilidad del uso de colores dentro de los espacios.
En conclusión, el acero galvanizado es una gran inversión costo beneficio debido a la durabilidad y fácil mantenimiento del producto que sumados al diseño y adecuado uso de la ergonomía de los muebles harán que cada espacio tenga una personalidad y un funcionamiento óptimo en los espacios de salud.
Esta es una guía para entender los distintos materiales que han permitido hacer un cambio en los espacios de salud y hacer que estos se sientan mas cercanos y mucho más cálidos sin dejar de lado la asepsia y resistencia que deben tener para ser usados en estos ambientes.